jueves, 7 de junio de 2012

LO QUE APRENDÍ MIRANDO AL TECHO



Era un día cualquiera y arreglando mi nueva oficina, levanté una pesada silla y ¡ay! Un dolor en mi espalda que fue en aumento, y después de dolorosas horas de esperas en consultorios médicos y salas de diagnóstico, ahí estaba: una pre-hernia de disco (no quiero ni imaginar si el diagnóstico no tenía el “pre”). Dolor al moverme, al levantarme, al caminar y al sentarme. Por muchos días solo podía estar en cama mirando al techo…y mientras miraba al techo mi Maestro me mostraba mi corazón. 
Siempre supe que cuando a un hijo/a de Dios le sucede algo hay una causa y un propósito y esta vez no fue la excepción. Hacía tiempo que no paraba para examinarme a mí misma, como nos sugiere Pablo: “Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo”.1Cor 11:13 Y ahí estaba, la ocasión perfecta para auto-examinarme: estaba quieta (literalmente), sola y mirando fijo en un punto del techo. ¡Perfecto!.  
Y encontré tanta suciedad acumulada como una casa a la que se le limpia cada día, pero  superficialmente. Necesitaba una limpieza a fondo. Y ahí estaba mi Maestro, mostrándome como yo me había acostumbrando a su Presencia, como había perdido la percepción de maravilla que me causaba Él. Como había olvidado ese éxtasis de su compañía, perdida entre el diario vivir, la rutina y los asuntos que resolver diariamente. Había olvidado mi primer amor. Al amor de mi vida.
Pero Él no. Él me extrañaba, me anhelaba, quería que yo le dé su porción de cariño y éxtasis diario de adoración; pero no! Yo estaba tan ocupada, tan llena mi mente de tanto que no era Él. ¡Y lo hizo! por amor, me tumbó en cama, me dejó quieta, me enseñó, me mimó, me habló y se mimó Él.
¿Se puede agradecer por una lesión en la columna? ¿Se puede adorar a Dios en medio del dolor? Sí, se puede. Le dí tantas gracias por no dejarme avanzar más por un camino errado, y encontré que en medio del dolor es la mejor ocasión para adorarle con nuestro amor y confianza.
Solo puedo decirle MUCHAS GRACIAS AMADO MAESTRO. Por frenarme y no dejarme avanzar por el camino que a la larga me llevaría a convertirme en una religiosa que solo tiene un sistema de pesadas reglas y normas que cumplir, que cuando ora lo hace mecánicamente y que cuando necesita ayuda gime lastimeramente pidiendo limosna de ayuda divina.
GRACIAS por llevarme de nuevo al camino correcto, al camino del deleite y gozo de  TU PRESENCIA.
GRACIAS por hacerme vivir el Evangelio de Vida por el cual ya no vivo yo, sino que Cristo vive por medio mío con todo poder y autoridad para tomar control de toda circunstancia adversa.
GRACIAS AMADO MAESTRO, por hacerme mirar el techo y VER mi corazón. Valió la pena la disciplina.
“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” 1 Cor 12:11
Yanili Filártiga

Obs: y a los que quieren saber sobre mi salud: estoy en proceso de recuperación, estoy yendo a Randall para rehabilitación de columna, en un mes reactivo mis clases de Pilates Reformer y en tres meses Natación. Y en 1 0 2 semanas reactivo mi labor en consultorio.

4 comentarios:

  1. Me alegro que estés mejorando..la verdad solo sabiendo, fue un tiempo largo el cual estuviste así, pero me alegro y admiro de la manera en que Dios siempre te revela su amor.. gracias por el mensaje, espero que no me suceda algo similar para perderme cada día en su amor.. te quiero mucho profe..

    ResponderEliminar
  2. Que bueno que ya estes mejorando Yamili!!!...tu historia de hoy me recordo a una que habia escuchado hace unos años donde relataba como el Pastor cuida de sus ovejas, hay veces que tiene ovejitas que se salen del rebaño, y luego de varias advertencias con la vara, si no le hace caso y no se mantiene con el grupo, entonces el buen Pastor debe quebrarle la pierna y la lleva cargada sobre los hombros hasta que sane, el hecho de tenerla tan cerca siempre hace que esta ovejita luego de sanar ya no intente salir del rebaño...la cotidianeidad de nuestras actividades muchas veces hace que creamos que estamos cerca pero en realidad nos alejamos por los muchos afanes y Dios sabe como el buen pastor como mantenernos en el rebaño :D
    Te quiero mucho!!! Dios te bendiga grandemente!!

    ResponderEliminar