lunes, 2 de mayo de 2011

AUTOS, MIEDO E HIERBA EN EL TEJADO


                                      “NO DEBES COSECHAR LO QUE SEMBRASTE”

A veces cosechamos el fruto de nuestras malas obras, a veces las malas obras de los demás, sufriendo por decisiones ajenas, o a veces simplemente por circunstancias de este mundo caído; pero si crees que el sacrificio de Cristo en el Calvario es suficiente para pagar por todos tus pecados, y ya estás establecido en el Reino de Dios,  entonces no aceptes la culpa por pecados o hechos pasados que hasta ahora afectaron tu vida negativamente, porque todo lo malo que has sembrado en tu andar, todas las obras del diablo en tu vida y lo que el mundo ha provocado  debe ser vuelto para bien.
El principio de “siembra y cosecha”, en lo negativo, no se debería cumplir en tu vida, simplemente porque hace 2000 años Jesús cosechó en dolor y heridas en la cruz  todo tu pecado y arrancó el poder del diablo y del mundo con sus consecuencias en tu vida.
Cuando yo tenía 11 años sufrí un accidente automovilístico encontrándome sola en un bus camino a mis estudios, fue muy traumático para mí, sola, herida y sin que un adulto se ocupe de mí, (yo sola, herida y sangrante tuve que mandar pedir un taxi para volver a mi casa).
Cuando sané de mis heridas físicas, empecé a tener ataques de ansiedad y de pánico, seguí tratamiento psicológico, pasaron los años, estudié, trabajé, sufrí años sin Dios, hasta que le conocí, y tiempo después  a Federico, y Dios nos empezó a prosperar económicamente, tuvimos nuestro primer auto, y Fede esperaba que yo maneje como él.
Y ahí surgió todo…no lo podía hacer, el miedo me dominaba, me cercaba como un enemigo invisible y no podía conducir nuestro pequeño auto rojo. Empecé a  orar por eso,  pasó un tiempo y me había acomodado a depender de Fede para salir en auto, pero mi marido no me dejaba en paz, insistía en que lo haga sola.
Una madrugada, a las 3:00 aprox. desperté totalmente, muy lúcida, y de alguna manera entendí que el Espíritu de Dios quería hablarme. Me levanté, tomé mi Biblia, empecé a leerla, y el Señor me llevó al Salmo 129, y me dijo: “todo lo que el diablo sembró en tu vida aún desde pequeña, no lo vas a cosechar, van a ser como la hierba que crece en el techo, avanza un poco y después se seca porque no tienen mi bendición, VAS A SER LIBRE DEL TEMOR A CONDUCIR”.
Y así fue, poco a poco, desafiando al temor con estas Palabras, empecé a conducir, y en 3 meses estaba yendo a todas partes sin temor alguno. Por eso, cada vez que subo al asiento de conductor en mi auto, recuerdo mi milagro, (aquellos que han sentido un temor igual  pueden entenderme) y doy gracias a Dios y le alabo por su amor, por su sacrificio en la cruz, por su cuidado y por mi libertad… porque dejé de cosechar la mala siembra en mi pasado.
Si estás cosechando de obras pasadas en tu vida y familia y quieres ser libre ora de esta manera:
Que todas las obras del diablo en nuestras vidas sean desechas, toda mala semilla desarraigada y sin fruto; seamos restaurados y  nos sea restituido todo lo que él nos robó, que sean como la hierba en el tejado, que se seca antes que crezca, de las cuales el segador no llena sus manos ni sus brazos el que hace gavillas”. Sl 129
                          Yamili Filártiga

1 comentario:

  1. hay Yamili, me toco en el caracu tu nota, hace rato que la tengo pero no la lei por falta de tiempo... y yo no manejo un poco por temor y otro poco porque me lastima mucho la forma en que mi marido se queja de las mujeres que manejan, tanto él como mi suegro siempre dicen que las mujeres no deben manejar xq son inútiles, y como mi papá también (aunque intentó enseñarme a manejar) siempre me consideró una inútil, se me grabo ese concepto sobre mi capacidad de manejar... yo quiero un auto automático y mi esposo no quiere y hasta llegue a pensar que si Dios no me dio la posibilidad de tener un auto es xq no seré capaz de manejarlo y ahora que ya estoy cerca de los 40 será que voy a poder manejar?? Prometo hacer el intento :)

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