miércoles, 23 de marzo de 2011

DIOS QUIERE LO QUE YO QUIERO



Todo ser humano trae en su interior un chip, (como que está programado) para buscar ser noble y ser cada vez mejor persona. Todo individuo sobre esta tierra, sin importar su cultura, idioma o religión, comparte los valores universales del amor, de la fe, la vida, la solidaridad, entre otros.
Deseamos hacer grandes cosas y que eso nos brinde fama, poder y dinero (esto último porque relacionamos el poder adquisitivo del dinero con la capacidad de hacer algo). Pero detrás de estos anhelos lo que queremos es tener  bienestar, dejar un rastro de nuestra presencia en esta tierra, tener logros que marquen positivamente nuestras vidas y las de los que nos rodean. Estas leyes o programaciones mentales están marcadas tan profundamente en el interior del hombre que Dios que la Biblia dice que la ley de Dios está escrita en el corazón de todos los hombres”. (Rom 2:14-15)
Ese anhelo de ser buenos, mejores cada día, es un anhelo de nuestros corazones y el de Dios. Fuimos creados a su imagen y semejanza, pero desde el Edén, hemos caído del pedestal donde Dios nos puso como corona de su creación, y desde ese tiempo todos los hombres buscamos recuperar esa imagen…por distintos caminos, pero solo uno verdadero.
Recuerdo años antes en una no tan breve incursión al Kun Fu y al Budismo, me admiraba de los valores que pregonan estas filosofías: dominio propio, despegue de los placeres terrenales, paz,  amor al prójimo, generosidad, armonía con uno mismo y con la naturaleza, etc. y pensaba que era lo mejor, que había encontrado la verdad; hasta que intenté llevarlo a la práctica, intenté encontrar la fuerza en mi interior y ser buena con mis propias fuerzas, intenté controlar mis pensamientos y emociones, pero todo era una utopía. No funcionó. Solo lograba frustrarme más conmigo misma.
Budismo: buena teoría, PERO SIN PODER PARA PRACTICARLO. Y decepcionada (no buscaba una buena filosofía, buscaba el poder para ser mejor persona) volví a mis raíces cristianas, anduve en un doloroso camino hasta que tuve una Biblia en mis manos y conocí a la Persona que es la fuente del Poder: el Espíritu de Cristo. Y encontré que Dios quiere lo mismo que yo: que yo sea mejor cada día, que desarrolle todo mi potencial (talentos y dones), que tenga bienestar y que pueda marcar mi generación en mi paso por esta tierra…además encontré la Gracia para cumplir la Ley. Esto no es solo teoría, es poder para ser lo que quiero ser. Es lo que Dios quiere para mí.

3 comentarios:

  1. Querida Yamili: Porque a veces vemos personas o nosotros mismos, y no estamos en esa busqueda que vos decis está en nuestro "chip"? Pareciera que nos conformamos y no estamos en esa búsqueda, como que nos conformamos? hablo en general, que decis?

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  2. Si Sofía, o nos conformamos o nos resignamos porque lo vemos como tarea imposiblw...porque solamente con Dios se puede. El mundo está lleno de buenas intenciones pero pocos logros en ese sentido, porque en ggeneral las personas son guiadas por filosofias humanistas, en donde "el yo puedo solo/a es la marca y solo lleva a la frustración. Pero con Dios podemos ser personas plenas. Bendiciones amiga

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