miércoles, 12 de noviembre de 2014

Mi Padre y mi Tesis Doctoral




      Cuando iba a hacerlo pensé que el desafío era demasiado grande. Mi sueño estaba fuera de mi alcance, pero no podía deshacerme de él: Mi Tesis Doctoral. Estaba siempre ahí. Como Goliat desafiando al ejército de Saúl. Hasta que una madrugada me despertó una voz clara y fuerte, la reconocí de inmediato, era la voz de mi Dios: “¡Conocé mi Nombre!”, me dijo.
    Y comencé a investigar sobre los nombres de Dios, nombres de guerra: “Jehová es mi bandera”, “Jehová es mi guerrero”, “Jehová de los Ejércitos”… Claro, era una guerra, necesitaba de Dios como mi Comandante, mi guerrero… pero ninguno de esos nombres llegaba a mi corazón.
Hasta que un día (después de agotar todos los nombres de Dios utilizados en guerra espiritual), le pregunté: ¿cuál es tu Nombre para el desafío de mi tesis? Y Él me respondió: “MI NOMBRE ES PADRE”.
     ¿¡PADRE!? Sí! PA-DRE. Mi padre. El que me engendró. el que me amó antes de crear el mundo, el que me dijo que soy “su nenita”, el que desea lo mejor para mí, el que es capaz de mover cielo y tierra por mí, el que envió a mi hermano mayor a morir por mí para salvarme. Sí, su nombre es PADRE. MI PADRE. Y mi Padre me ayudó, venció toda resistencia y oposición, sacó todo obstáculo del camino para que yo llegue a esta meta tan anhelada a mi corazón: OBTENER MI DOCTORADO EN PSICOLOGÍA. ¿Por qué lo hizo? simple: yo le pedí. Yo lo quería y mi Padre me lo concedió: “MI hija eres tú, yo te engendré hoy, pídeme y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los rincones de la tierra”.Sl 2
      Hoy soy la Dra. Yamili Filártiga, pero para mi Padre siempre seré SU NENITA.
¡Gracias Padre! ¡Toda la honra, el honor y la gloria son tuyas! ¡Te amo!
                                                                  Tu nenita Yamili

miércoles, 15 de octubre de 2014

La fe y el amor en tiempos del ébola



Publiqué un llamado a la oración en mi pagina de Facebook en donde aclaré que el primer principio de la oración en conjunto es la UNIDAD EN LA PETICIÓN.
Muchos lo entendieron y nos unimos en el mismo pensar y sentir clamando a Dios que el ébola no cruce las fronteras de nuestras naciones y Dios tenga misericordia de las naciones africanas que lo padecen.
Pero hubo una minoría (cuyos comentarios los borré por no estar en el mismo espíritu de oración) que no se unieron a la petición, sino que decididamente manifestaron su incorfomidad en orar por ese tema ya que "estas son señales de los últimos tiempos", "esta escrito que suceda, es un justo castigo de Dios sobre el mundo", "es la voluntad del Padre que suceda".
¿Acaso no tienen hijos, hermanos, madres, amigos, y ellos mismos que podrían ser víctimas de esa terrible enfermedad? ¿Acaso los verán sufrir y morir sin compasión porque "se están cumpliendo las señales"?. Ese no es el Espíritu de Dios. Dios no nos llamó a condenar, sino a amar y a ayudar.
Afirmo y reafirmo mi postura:
1- Se que el mal en el mundo va en aumento y que nos toca vivir los últimos tiempos, pero también se que La Iglesia del Señor fue puesta en la Tierra para extender el Reino de Dios, y donde el Señor establecía el Reino mientras caminaba por la tierra la gente era sanada y liberada. En los Evangelios y la Iglesia primitiva ésta era la marca del Reino.
2- Creo con todo mi corazón que el día que el Señor decida que el mal se desate sin riendas sobre la Tierra El quitará antes a su Iglesia de aquí. Pero mientras pisemos tierra, nuestra obligación y privilegio es frenar el mal con las armas espirituales que el Señor nos entregó.
Así que agradezco a Dios por otorgarme la gracia de unirme en oración y, (a pesar de la distancia), caminar en comunión con muchos de mis hermanos de todo el mundo, y oro que llegue el tiempo en el que el que todo el Cuerpo de Cristo caminemos juntos en un mismo pensar y sentir para establecer el Reino de nuestro Padre Celestial. Entonces el mundo verá la fuerza mas poderosa que se ha desatado sobre la faz de la Tierra: la fuerza del Espíritu de Dios actuando a través de su pueblo. Bendiciones.
 Yamili Filártiga

sábado, 19 de julio de 2014

La bendición del Trabajo



Trabajar es cumplir la orden que dio Dios antes de la Caída, la de ser buen mayordomo del planeta. “"EL SEÑOR DIOS... LO PUSO EN EL HUERTO..., PARA QUE LO LABRARA Y LO CUIDARA" (Génesis 2:15)
  • ·      Trabajar es una bendición, y ganar el pan duramente, desgastando la vida en ello, es parte de la maldición del pecado, que Jesús ya pagó. Los hijos de Dios se hallan bajo la bendición de la prosperidad y el bien.
  • ·      Dios trabajó al crear el Universo y lo sigue haciendo al sostenerlo y preservarlo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora TRABAJA, y yo TRABAJO (Jn 5:17). Trabajamos porque fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios.
  • ·      Trabajar, si tienes la capacidad física y mental para hacerlo, es una obligación. La holgazanería es despreciar los dones y talentos que Dios nos entregó. Utilizarlos correctamente es honrarlo.
  • ·      Todo trabajo honrado es digno: ya sea en la oficina, en la construcción y en el hogar. El más sencillo de los trabajos, hecho bajo los principios bíblicos, es una forma de ser parte de la gran labor que Dios realiza en el planeta.
  • ·      Si estás desempleado, o sientes que no puedes desarrollar tu potencial en el lugar en donde estás ahora, pídele a Dios que te guie a encontrar uno en donde puedas honrarle y con tu salario vivir dignamente.
  • ·      Tu lugar de trabajo es una forma de servicio, en primer lugar a Dios. Él es tu jefe. Y Él ve tu esfuerzo. “Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga, ése recibirá del Señor” (Efesios 6:7-8).
  • ·      Tu lugar de trabajo es donde Dios forja tu carácter, así que aprende todas las lecciones que Él quiere enseñarte por medio del trato con tus semejantes. Él es tu maestro, así que no te quejes, ni murmures o te amargues. Trabaja bien, se paciente, fuerte y honesto. Escucha al Señor y aprende.
  •     Utiliza los dones y talentos que el Señor te dio. Las capacidades que tienes son para desarrollarlos. No te resignes a un trabajo en donde no tienes la oportunidad de desarrollar tu potencial.
  • ·       No vivas para trabajar. Disfruta de tu familia y de todo lo que el Señor te brinda.
  • ·      Se proactivo, honesto y diligente en tu trabajo. Eso hará que te respetan y glorifiquen a Dios por tu vida.
  • ·  Sigue estudiando y capacitándote. Es es esencial para lograr la excelencia, te dará más oportunidades y te abrirá nuevas puertas.
  • ·      Tu lugar de trabajo es el ámbito en donde Dios quiere que seas “carta abierta” para que todos lean la Gracia y el Poder de Dios. Es el lugar en donde lo representas. Y en donde debes extender y establecer su Reino.



       “EL SEÑOR ENVIARÁ SU BENDICIÓN SOBRE TODO AQUELLO EN QUE             PONGAS TU MANO” (Deut 28:8).

sábado, 12 de abril de 2014

La película Noé: una forma de lucrar con la fe cristiana

     El director de la película Darren Aronofsky dijo que “Noé es muy respetuosa con los hechos de la Biblia” y que es una “película para creyentes”. Disiento absolutamente con él.  O el director no conoce la Biblia o puso a su película de ficción un nombre bíblico: Noé y un tema bíblico: el diluvio, para manipular a la gran cantidad de cristianos que estuvimos expectantes para verla por el atractivo de disfrutar en la gran pantalla de la historia del diluvio. 
     Algunos opinan que el director lo único que hizo que tomarse “licencias artísticas y creativas”, pero yo lo llamo "aberraciones teológicas": aparecen ángeles caídos llamados vigilantes (a los que presentan como seres de piedra muy nobles) que ayudan a Noé a construir el Arca, está Matusalén con poderes mágicos, y Caín, sí, de verdad: Caín, que sube al Arca en donde se esconde y busca la oportunidad de asesinar a Noé; que por otro lado, está tan paranoico por la maldad del hombre, y seguro de que Dios le dio la misión de salvar solo a los animales, que está expectante al nacimiento de su nieta para “cortarle el cuello” (así dice Noé en una escena) para que la raza humana tan malvada desaparezca totalmente; estas son algunas de las barbaridades de la película, pero la peor: presentar a Dios como un ser cruel y despiadado que no aceptaba perdonar a los ángeles caídos ni a Caín y quería destruir a la humanidad. 
    No vi el final, me retiré antes, pero como iba  la película, Caí era más noble que Noé y haría un favor a Sem, Cam y Jafet (y a la esposa, nuera y nieta de Noé) si lo asesinaba, dentro del arca, como planeaba hacerlo en conspiración con Cam.
     Así que, si la expectativa es ver una película basada en los hechos de la Biblia, quizás te sentirás como yo me siento: indignada y manipulada, pero si lo que quisieron hacer es una película de total ficción sin otro objetivo que entretener, entonces, que no nos quieran vender la idea de que está basada en los hechos bíblicos, porque no lo está, y lo que hicieron fue destrozar la Teología Bíblica, atentar contra la verdad y pareciera que se propusieron tirar por el suelo el carácter amoroso de Dios y con todo esto fueron en contra del Espíritu de Dios. Lo único rescatable fue el minuto de la película en el que el supuesto Noé narra la creación; así que si no la ves, no solo no te pierdes de nada, te ahorras frustración.
     Así que si tu intención es ver una buena película basada en la Biblia, te sugiero que no la veas, y menos aun lleves a tus hijos y discípulos a verla. Repito: no esta basada en los hechos narrados en la Biblia y menos aun en los principios bíblicos, y en vez de edificar puede provocar confusión y dudas.
Bendiciones. Yamili Filártiga




jueves, 27 de marzo de 2014

Dante Gebel y Los Simpsons

     En estos días el pastor Dante Gebel publicó en su página de Facebook su participación en la serie Los Simpsons (los detalles no vienen al caso) y la reacción de los cristianos fue inmediata, y un tipo de reacción me llamó la atención: de los que maldecían, acusaban y condenaban, no el hecho en sí, sino al pastor y a su familia. Aquí estan algunas de las maldiciones con que demostraron su ira algunos santos (trozo del comentario acerca de eso publicado por el pastor Dante):



     ¿Estamos conscientes bajo que espíritu actuamos?. Porque no es solo importante decir la verdad, sino con qué espíritu lo hacemos. Porque la verdad desnuda, no revestida de amor es infernal. El celo por la casa de Dios sin amor provoca al odio y a la muerte. Ese era el signo de los fariseos: moralistas, celosos de la Ley mosaica, dueños de la verdad, y tan defensores de la sana doctrina judía que asesinaron al propio Mesías. No hay mérito en convertirse en defensor de la sana doctrina si no está revestida de amor y misericordia. 
      Y recordemos que no tenemos toda la información para juzgar correctamente porque nuestra mente y entendimiento son demasiado limitados para eso. Nuestra labor es ayudar, restaurar, levantar al caído y por sobre todo: amar. 
Este hecho me recuerda al pasaje de Lucas 9:54-56 en donde los samaritanos no reciben a Jesús y Jacobo y Juan, (muy justos ellos y celosos del Maestro) dicen:
“¿Quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?” 
¿Y que hizo el Señor? ¿los felicitó por su celo?, les agradeció por su actitud? NO. Sino que los reprendió:
“Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.” 

Cuando queramos corregir un error, hagámoslo con mucho temor de Dios, por amor y con misericordia, sabiendo que al hacerlo, estamos dando al Juez Justo la medida con la que nosotros seremos juzgados.
                                                                                  Yamili Filártiga



martes, 25 de febrero de 2014

La Nación bendita: Israel

      Imagínate estar sol@ y buscar amistad, acercarte a la gente, presentarte, hablarles, ser amigable y que te rechacen una y otra vez. Y no tienes a nadie. Eso pasó con Dios hace 4 milenios, Dios buscaba un pueblo, una nación, pero todos estaban ocupados en adorar a dioses falsos, o a las fuerzas de la naturaleza; viviendo en perversiones sexuales y violencias, más parecidos a las bestias que a hombres; y nadie se volvía al Dios Vivo. Mientras Él seguía buscando… hasta que en Hur de los Caldeos, lo encontró: Abram. Dios encontró un amigo, alguien en quien confiar, con quien comunicarse , de quien levantar un pueblo y a quien bendecir.
     Y por medio de Abraham levantó una nación, Su nación: Israel. El pueblo que es su posesión. El único que se alejó de las perversidades y decidió ser su amigo. Su pueblo.
¿Qué sentirías si después de buscar tanto un amigo, por fin lo encuentras? Celebrarías, lo bendecirías, y Dios le bendijo así: “Benditos los que te bendijeren y malditos los que te maldijeren”.
      La historia es testigo de la fidelidad del Señor con su nación: recuperó su territorio luego de 2000 años de haberlo perdido; Israel: pueblo pequeño, pero poderoso, porque la mano del Todopoderoso lo sostiene. Y el que pelea contra Israel, pelea contra Dios mismo.
      ¿Quieres ser bendecido? bendice a Israel, ora por su paz. Y jamás… ¡jamás lo maldigas! Porque si te vuelves en contra de él, te vuelves contra Dios mismo.
       ¡Bendita sea la nación de Israel. Paz sea a Jerusalén, la ciudad del gran Rey!